EL SANTA CLAUS DE METAPAN
METAPÁN. Edwin Portillo, técnico del Metapán, disfruta del regalo que le dio a su afición con el título del Apertura 2008. Ataviado con traje rojo y barba blanca, “el Bochinche” nos abrió las puertas de su casa y de su espíritu para platicar del significado de la victoria sobre el Chalatenango, su continuidad con el equipo equipo, así como sus deseos personales con motivo de la celebración de Navidad y fin de año.
¿Todavía sigue celebrando el triunfo, profe?
La euforia aún no termina en Metapán. Es una sensación muy linda que tiene que pasar, pero cuando ves a la gente que te saluda, que te agradece por el esfuerzo realizado, uno no quiere que esto termine. Ahora estamos unidos en la celebración, así que hay que disfrutarlo mientras dure.
La gente lo ve como alguien que trajo la alegría en esta fiestas a la ciudad.
¡Soy el Santa Claus de Metapán! (ríe). Esto es algo recíproco, pues así como yo recibí el mejor regalo en esta Navidad, también se me dio la oportunidad de corresponderle a este pueblo que siempre nos ha apoyado; estoy orgulloso que pude entregar una segunda corona que nos hará pasar unas fiestas inolvidables.
¿Qué aprende de esta nueva final como entrenador y como persona?
Lo veo más amplio. Esta final me hace reflexionar sobre mi carrera, en la que siempre he dado lo mejor para el Metapán y no me arrepiento de nada. Tuve la oportunidad de compartir tiempo con Miguel Ángel Russo (técnico argentino) en unas clínicas que vino a dar y nos echamos unos cigarros juntos. Él me ayudó a ver las cosas de una forma más amplia, así como Steve Sampson (ex seleccionador de Estados Unidos y Costa Rica); entonces, en ese sentido, el Metapán también me ha aportado mucho. Como persona, siento que cada triunfo o derrota te ayuda a valorar a tu familia, que siempre está al pie del cañón con uno en las buenas y malas.
¿A quién dedica este título?
A Dios, primeramente. Luego a mi familia y en especial a mi hija (Karen Elizabeth), porque ellos son todo para mí.
(Su hija Elizabeth se marchó en 2004 hacia los Estados Unidos y no ha podido regresar por cuestiones migratorias. Sin embargo, la hija de Karen y nieta del “Bochinche”, Sharon Arlette, sí está en el país y los brazos de su abuelo la sostuvieron en cancha antes de iniciar el partido y también al final, cuando celebraron la corona. Su esposa, Doris Elizabeth, viaja este viernes hacia Estados Unidos para llevarse a su nieta y pasar las fiestas de fin de año con su hija.)
Fue una temporada de ensueño, pues antes de ganar el título dieron el “Quiteñazo” ante el FAS.
Es lindo, y cuando más lo recuerdo más me emociono. Este torneo ha sido especial para nosotros porque hicimos cosas que nadie creía, y aunque algunos aficionados nos decían que con sólo eliminar al FAS era suficiente, yo quería el título. Ahora puedo decir que nos quitamos la paternidad del FAS en semifinales y todavía lo seguimos celebrando, además que terminamos como campeoneos.
Cuéntenos acerca de la final, ¿qué sentimientos tuvo cuando perdía por 2-3 y tenía dos hombres menos?
Sentí que todo se nos venía abajo. Mi preocupación era que aguantáramos el tiempo regular para irnos a penaltis, pero con el tercer gol del Chalatenango, entonces la necesidad de empatar nos obligó a modificar algunas cosas para buscar el gol y tuve que motivar al grupo.
(Portillo les dijo antes de iniciar el tiempo extra a sus jugadores, que su meta era pasar una buena Navidad, pues contó sus experiencias como jugador, cuando no tenía ni para llevar el pavo en estas fiestas. Así buscó motivar a los jugadores para que dieran el resto y pasar unas vacaciones con mucha alegría.)
¿Cómo se le ocurre meter a Erick Dowson Prado como delantero?
Lo que pasa es que vi que el Chalatenango estaba aguantando el tiempo para celebrar, no buscó aniquilarnos con un cuarto gol, por lo que me la jugué. Envié a Jorge Morán y nos dio más movilidad debido a que tuve que retrasar a Paolo para hacer labores defensivas. El desgaste físico de Paolo fue notable, por lo que no podía subir y bajar, aunque siempre apoyó.
Entonces le dije a Prado que tenía que hacer la hombrada y lo mandé a la par de Williams (Reyes) para que lo ayudara y le dije a los jugadores que lanzaran centros para ellos. Prado ya había jugado como delantero antes, y el domingo lo hizo muy bien.
¿Fue arriesgado poner a patear a Suárez el penalti, sabiendo que tenía mucha presión por haber fallado uno en una semifinal ante el FAS?
Lo que pasa es que él quería patearlo y se tuvo confianza. Pero quería ser el primero, entonces le dije que no, que el primero lo pateara Dagoberto Portillo, porque estaba encendido. Luego vi que Paolo estaba muy nervioso, no podía ni acomodar la pelota y entonces me dio mala espina, y aunque siempre confié en él, pasó lo que pasó y estamos felices.
Viendo más a futuro, ¿qué pasará con Edwin Portillo, seguirá al frente del Metapán?
Yo quiero seguir, pero hay cosas por discutir con la junta directiva. Yo siempre he creído que somos un equipo grande, pero los dirigentes tienen la mentalidad chica. No se puede estar en un tira y encoge, más cuando se viene nuevamente el compromiso con la CONCAChampions. Antes reducimos el costo de la plantilla de 38 mil a 28 mil dólares, y ahora quieren hacerlo nuevamente, por lo que no comprendo cómo se le apuesta en grande sin invertir en el equipo y dejarnos con pocos elementos en el plantel; son cosas que hay que hablar con la dirigencia.
Su auxiliar técnico, Osvaldo Figueroa no va más, ¿habrá más movimientos?
Quiero mantener el 90 por ciento del equipo, pero eso lo tengo que hablar con la directiva en los próximos días. Por el momento, solamente Osvaldo me ha dicho que se va, y sus motivos tiene, son comprensibles y le deseo lo mejor; se fue como un campeón.
Ha dado el ascenso, semifinales y dos títulos al Metapán, ¿no cree que es tiempo de buscar un pez más gordo?
Siempre lo he pensado, y te digo algo: en Honduras, cuando jugamos ante el Marathón, los periodistas de allá me dijeron que me siguen la pista; ahí vieron a Paolo los del Real España, entonces yo creo que si se presenta la oportunidad, la aprovecharé. Eso también significaría que dejaría la escuela (Rodrigo J. Leiva, donde imparte clases de educación física por la mañana) porque quiero seguir creciendo.
Ya tuvo su presente esta Navidad, ¿cuál sería su mejor regalo para el próximo año?
Que mi hija regrese. He estado mucho tiempo lejos de ella y quiero que esté nuevamente en el país.
¿Cuál es su mensaje para la gente en esta Navidad?
Que cambiemos. He aprendido que el fútbol es pasión y también el motivo para acercar a muchas personas. Así que les deseo a todos una feliz Navidad a todos en El Salvador y que aprovechen los momentos que tienen para pasarla lo mejor con sus familias.
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