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BIENVENIDOS METAPANECOS

cinturon de seguridad

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El origen del 25 de Diciembre

Según la sabiduría popular, la Navidad tenía su origen en un festival pagano del solsticio del invierno, que la iglesia usaba para promover la nueva religión. Haciendo esto, muchas de las viejas costumbres paganas se arrastraron en la celebración cristiana. Pero esta visión es al parecer un mito histórico, como las historias de la iglesia que discute cuántos ángeles pueden bailar en la punta de un alfiler, o la de la gente medieval que creía que la tierra es plana.

Guillermo J. Tighe, profesor de historia en la universidad de Muhlenberg, nos da una visión diferente en su artículo "Calculando la Navidad", publicado en TouchStone Magazine de diciembre de 2003. Él precisa que las religiones romanas antiguas no tenían ningún festival del solsticio del invierno.

El emperador Aurelio, en los cortos cinco años de su reinado, intentó empezar una fiesta, "el nacimiento del sol inconquistado", el 25 de Diciembre de 274. Este festival, que marcaba la época del año cuando el día comenzaba a durar más, fue diseñado para promover un un paganismo que iba cada vez peor. Pero el nuevo festival de Aurelio fue instituido después de que los cristianos habían estado asociando ya ese día al nacimiento de Cristo. Según Sr.. Tighe, el nacimiento del sol inconquistado era, ciertamente, casi un intento de crear una alternativa pagana a una fecha que tenía ya una cierta significación para los cristianos romanos. Los cristianos no imitaban a los paganos. Los paganos imitaban a cristianos.

 

 

La iglesia intentó comprobar la época real del nacimiento de Cristo. Todo esto fué discutido en el segundo siglo con otros temas como la fecha de Pascua, la conmemoración de la muerte y de la resurrección de Cristo. Aunque Pascua también se cree que tiene sus orígenes en festivales paganos del equinoccio, sabemos de las Escrituras que la muerte de Cristo fué en la Pascua Judía, con lo que el año se sabe con precisión.

Pero diferencias entre los calendarios judíos, griegos, y latino y la inconsistencia entre el día lunar y solar da todavía pie al debate de cuando fijar la Pascua. Otra pregunta era si fijar una fecha para el banquete de la Resurrección, pero lo que importaba es que cayera siempre en domingo, "el primer día de la semana," como en los Evangelios.

Esta discusión también se refirió a fijar el día del nacimiento de Cristo. Sr.. Tighe, indagando en la investigación de Thomas J. "Los orígenes del año litúrgico", citan en una creencia judía antigua (no corroborada en las Escrituras) que Dios designó para los grandes profetas una "edad exacta", es decir, que murieran el mismo día que su nacimiento.

A Jesús se le consideró un gran profeta, tanto es así que la iglesia razonó que Jesús debía haber nacido o haber sido concebido la misma fecha que la primera de Pascua. Hay incluso relatos de algunos cristianos que celebraron originalmente el nacimiento de Cristo en Marzo o Abril.

Pero al final se consensuó en celebrar la concepción de Cristo el 25 de Marzo, la misma que el banquete de la Resurrección, y por tanto la fecha cuando el angel se le apareció a Maria.

Ahora bien, según los judíos antiguos y los primeros cristianos, la vida comienza en la concepción. Si esto es así y se concibió a Cristo el 25 de Marzo, nueve meses más adelante, nació, es decir, el 25 de Diciembre.

Esto, haría celebrar el nacimiento de Cristo en la época más oscura del año. Las tribus célticas y germánicas, quienes serían evangelizadas más adelante, marcaron esta fecha en sus fiestas de de Navidad, una estación espantosa en la que solamente la luz del registro de Yule guardó la oscuridad en la bahía. El cristianismo tragó para arriba esa estación de la depresión con el mensaje opuesto de la alegría: "la luz [ Jesús ] brilla en la oscuridad, y la oscuridad no lo ha superado" (Juan 1:5).

Sin importar si éste era cumpleaños real de Cristo, el simbolismo funciona. Y el nacimiento de Cristo se liga inexorablemente a su resurrección.

Dago Portillo:

Dago Portillo:

Martes 23 de Diciembre, 2008

METAPÁN. Dago Portillo habló de su gran tarde en la final del Apertura y de cómo sacó fuerza de flaqueza tras su error en el segundo gol chalateco.

Cinco penaltis le bastaron a Dago Portillo para levantarse como héroe indiscutido de la final: los dos que tapó y los tres que anotó.

El cancerbero metapaneco, que este domingo ganó su primera corona, destacó que el triunfo desde los 12 pasos luego de soportar el acoso norteño con dos hombres menos fue “soñado” y que todo este éxito  es gracias Dios. En una entrevista con EL GRÁFICO unas cuantas horas después del triunfo, rodeado del calor de los hinchas metapanecos, Dago nos explicó su seguridad a la hora de cobrar los penaltis y de las fuerzas que sacó luego de que le anotaran el segundo gol, luego de un craso error suyo cuando el marcador era 1-1.

Fue una final dramática, incomparable en todo sentido: penaltis, expulsiones, remontada...

Sí, muy inesperada. Realmente ni el Chalatenango ni nosotros esperábamos llegar a disputar tan dramático juego.  Un partido así no lo imaginábamos, aunque sabíamos que sería difícil. Gracias a Dios por la fortaleza, la gracia es de Él y  aquí no hay un héroe,  o en todo caso los héroes hemos sido todos los jugadores.

El heroísmo que  ya se atribuye a  la victoria del Metapán es por las características que rodearon el juego, sobre todo las expulsiones.  

Fue difícil, sí, porque venimos de jugar de una cancha pequeña como la del Calero y en el Cuscatlán las cosas son difíciles,   grandes dimensiones a las que nosotros no estamos acostumbrados. Y por supuesto que   afectó mucho quedarnos con nueve jugadores;  fue una  hombrada, fue de admirar ese empuje, fue  admirable el actuar de mis compañeros.

¿Qué pensaste cuando se quedaron con nueve jugadores?

Como parte humana dije que estaba difícil, pero luego nos ordenamos en la cancha, pasamos a línea de cuatro y ellos nos atacaban con  tres y eso nos daba ventaja porque sobraba un jugador nuestro; aguantamos y quedamos sólo al pelotazo, buscando a Williams Reyes, y eso al final  nos dio el resultado que ahora celebramos.

Obviamente, la posibilidad de perder la final era latente, casi constante desde las expulsiones. ¿Pensastes en la derrota?

Claro, hubo muchos momentos del juego en los que me pareció que perderíamos, los que uno tiene siempre dentro del juego;  por ahí cuando hacen el segundo gol pasaron muchas cosas por mi cabeza, pero me mantuve confiado en  que podíamos sacar esto adelante, y sentí  fortaleza, confié en mis compañeros y eso fue clave para que al final levantáramos la copa.

Si hablás de confianza, en efecto se te vio confiado a la hora de cobrar esos dos penaltis en el tiempo reglamentario.

Fue una bendición, ya lo habíamos hablado con Williams Reyes; le pregunté cómo se sentía. Él me dijo que si a él lo golpeaban, que lo cobraba yo, así fue, y al final se me dieron las cosas en el encuentro. Es que él (Reyes) estaba tocado del pubis, había tenido exceso de trabajo y si vemos el penalti que cobra lo hace con mucho dolor, pero gracias a Dios le salió bien y anotó el penalti.

Sacrificio de Reyes, remontada, tus penaltis... ¿Cuál fue la clave, la fortaleza del equipo para lograr el campeonato?

La fe en Dios y la convicción, la unión que tuvo el equipo en especial en las últimas dos semanas.  Desde la semana del juego de vuelta de  semifinales contra el FAS,  hemos estado muy unidos y eso mantuvo bien al equipo hasta la final.

Volviendo al campo individual: tres  penaltis anotados y dos tapados... es histórico.

Fue una noche y una final muy soñada; salí muy alegre, contento, por ese privilegio que Dios me dio. Se lo dedico a Él, a mi esposa, a mi hijo, a mis padres y a los hermanos de la iglesia que siempre rezaron por mí para  que todo saliera bien.

¿Habías soñado con un juego así alguna vez?

La verdad es que como humano uno siempre quiere lo bueno. Esta fue una final soñada; desde pequeño uno ve por la televisión que  cuando una final se define por penaltis el portero puede ser el héroe, fue como finalizar una semana de bendición, ya que el viernes me casé por lo civil, salgo campeón el domingo y el próximo sábado me caso por la iglesia. ¿Qué más puedo pedir?

Un detalle que apreciamos fue que cobraste cada penalti  de distinta manera. ¿Estaba planificado  cada disparo?

Los penaltis hay que practicarlos siempre; por ahí aprendí de un gran colega como Misael Alfaro. Él un día me dijo: “Debés tenerte confianza debes de salir de lo común, hay que agarrar la pelota y patear si te tenés confianza lo vas a lograr. Primero hay que confiar en Dios y luego en el trabajo”. Aunque a fuerza de ser sincero, en el segundo penalti (el del 3-3), me sentí un poco nervioso porque era el empate y muchas cosas estaban pasando en el juego. Nosotros con nueve jugadores y la oportunidad de patear... las piernas me temblaban ya en ese momento.


Claro, ya pesaba en el marcador y suponemos que en tu ánimo  el  segundo gol de Chalatenango, que se dio por una confusión tuya en el área.  ¿Cómo recuperaste la confianza?

Lo bueno de todo es que...  ¿no sé si recuerdan un gol que me marcó el FAS cuando yo me subía las medias? (fue el 30 de marzo de 2003, cuando Dago jugaba para el Firpo).  Esa situación forjó mucho carácter en mi vida, en mi persona y en mi carrera como deportista. El error del juego fue que yo vi que Paolo Suárez  se iba cortando en la salida; yo intenté salir rápido para buscar el contragolpe; cuando lo hago, choco con Aquino y la pelota cae; Lester Blanco estaba atento y anotó. Al principio estaba mal, pero tuve el consuelo de Dios  y me sentí tranquilo y con fe de que podíamos sacar esto adelante a pesar del error.

¿Este juego es el más importante de tu carrera?

Ha sido sin duda el juego más importante de mi vida; ha habido muchos partidos buenos para mí, pero este ha sido uno de los más  especiales por todo lo que aconteció, llegar con nueve  hombres a penaltis... hay tantas cosas que lo hacen el más importante de mi carrera deportiva, y es mi primer campeonato. En  2005, estuve cerca de ganarlo cuando la perdimos frente al Vista Hermosa; en 2007, cuando ganó el Metapán, yo  estaba con el Alianza. Por eso es que ahora  me da mucha felicidad.

Y Metapán celebró...

Y Metapán celebró...

Lunes 22 de Diciembre, 2008

METAPÁN. La segunda copa en la historia del equipo calero fue recibida con todos los honores en tierras metapanecas.

Corta, pero muy emotiva. Así fue la celebración del Isidro Metapán luego de coronarse campeón del Apertura 2008 tras imponerse en una final muy dramática al Chalatenango.

Cerca de dos mil personas se dieron cita al parque municipal de la ciudad calera para celebrar junto al plantel su segundo campeonato en la historia del equipo occidental.

Al finalizar el juego la orden fue clara, salir directamente hacia Metapán; como a las 7:10 p.m., el grupo salió  del estadio Cuscatlán escoltado por la Policía Nacional Civil, que abrió el paso a la ruta del monarca.

Durante el trayecto, dentro del microbús todo era alegría; no hubo pausas largas en el camino y el plantel sólo se detuvo por unos minutos a petición de Paolo Suárez, quien a la altura del desvío de el Congo solicitó al profe Edwin Portillo comprar unas cuantas “heladitas”.

Al pasar por Santa Ana, a eso de las 8:00 p.m., Portillo pidió una pausa a la celebración animada que el plantel llevaba al interior del microbús, apagaron las luces del automotor como medida de prevención ante “cualquier intento de agresión al microbús por algun aficionado descontento con el triunfo”; al salir de la Ciudad Morena, la pachanga siguió.

A la altura del kilómetro 82, en el desvío de Texistepeque, cerca de 80 aficionados esperaban al equipo campeón, con banderas y camisas del equipo, gritaban a todo pulmón: “¡Ahí, ahí, ahí está el campeón!”. Niños, mujeres y hombres dieron su apoyo al equipo.

La caravana que acompañaba al equipo se fue haciendo mayor en la medida en que se acercaban a Metapán.
El sonido de los pitos de los automóviles, pick-ups , camiones y autobuses avisaban a los lugareños el paso del campeón y uno que otro se sumaba a la algarabía y gritaban: “Metapán, campeón”, “cien por ciento caleros”, entro otras tantas frases de felicidad.

Unos 10 kilómetros antes de llegar a la ciudad calera, Álex Escobar pidió se detuviera el microbús en el lugar conocido como Guajoyo, esperaba don Jesús Valle, un directivo de antaño del equipo Isidro Menéndez, y con quien “la Rastra” tenía la promesa que de salir campeones pasarían a que tocara la copa. Dicho y hecho.

LA LLEGADA
A las 9:10 p.m. acabó la espera para los cerca de dos mil aficionados que se dieron cita al parque de Metapán, donde  se había instalado una tarima para la celebración desde un día antes. La estructura  se fue abarrotando desde  que se conoció que el equipo calero era el nuevo campeón nacional.

Uno a uno los jugadores fueron bajando del autobús, un breve recorrido por la calle principal del municipio  fue la antesala de la celebración.

Al instalarse en la tarima, hubo un show de luces artificiales para darle la bienvenida al campeón, dicho espectáculo duró cerca de 10 minutos.

Los ánimos se habían desbordado, los gritos de los aficionados eran intensos y seguían con el “ahí, ahí, ahí está el campeón”. El plantel mostraba con mucho orgullo la copa, la cargaban como un tierno en brazos.

Toda la afición presente se mostró muy cariñosa, los más aclamados por las jovencitas fueron el paraguayo Gabriel Garcete y el uruguayo Paolo Suárez, ambos jugadores eran asediados para tomarse fotografías de recuerdo.

EL DISCURSO
Cuando menos lo esperaba, la afición comenzó a corear los nombres de algunos jugadores, pedían a gritos que tomaran el micrófono, el primer solicitado fue el entrenador, Edwin Portillo se dirigió a ellos: “Este título es de ustedes, su apoyo fue vital, por todo ello les damos las gracias”, mencionó.

Luego de dirigirse a la afición y  ya con un poco más de calma, el estratega calero dijo que lamentaba que “la directiva no haya contratado la Congabus; creo que los sorprendimos, hay gente que todavía nos está esperando en la entrada, quizá porque veníamos en el microbús y nadie se dio cuenta de que pasamos; acá es emocionante ver el recibimiento a un equipo humilde y con mucha dedicación”.

Mientras, el turno para tomar el micrófono le llegó a Paolo Suárez:  “Sentí que el pueblo se me venía encima cuando fallé el penalti, pero saben qué, ahora me vale verga haberlo fallado porque somos campeones”.

El toque religioso lo puso Ernesto Iraheta; el defensor dijo a toda la fanaticada  que debían darle gracias a Dios por tener la copa en Metapán. “Por favor, inclinen su rostro y démosle gracias al Creador, porque gracias a él ahora somos campeones, toda la gloria sea para él”, mencionó y después pidió el rezo de un Padre Nuestro.

A las 9:55 p.m., apareció la “Furia Calera”, a esa hora llegaron desde el estadio; inmediatamente, los bombos se hicieron sentir y a petición del equipo jaguar subieron a la tarima a deleitar con sus frase “sí se pudo”.

Debajo de la tarima, Raquel Escalante, de 46 años, ama de casa y habitante de la ciudad, enfundada en un traje de jaguar gritaba a todo pulmón: “Somos campeones, lo logramos. Estos muchachos son nuestros héroes”,  manifestó.

Por su parte, Amadeo Rivas, de 14 años, un fiel seguidor calero, dijo que “valió la espera en el estadio; amo mucho al equipo, pero en un principio creí que no celebraríamos. Los penaltis nos dieron la victoria, me vine directo del estadio para celebrar con todos aquí en el parque”. El adolescente, con una vos poco entendible por los gritos, igual siguió vitoreando a los suyos.

A COMER
A las 10:10 p.m., el plantel bajó de la tarima y se dirigió al restaurante Los Antojitos, ahí  jugadores y cuerpo técnico degustaron de un pollo a la plancha.

El ambiente de camaradería era notable. Muchos aficionados acompañaron desde el parque hasta el comedor a sus jugadores cual procesión de la Semana Santa.

Entre bromas, risas y felicidad, el plantel realizó una oración para bendecir los alimentos, dirigida nuevamente por Iraheta, tomaron su merecida cena; mientras,  algunos aficionados le solicitaban al profesor Portillo tomarse fotografías con el trofeo, a lo que con mucha amabilidad el estratega cedía.

Ernesto Aquino, uno de los jugadores que más luchó por llevar la copa a Metapán, dijo que “sinceramente estamos agradecidos con todo el pueblo, nos han demostrado que aman al equipo, como jugadores lo que hicimos dentro de la cancha fue ponerle amor propio, el triunfo es de ellos y para ellos”.

Por su parte, Mario Aguilar Posada se mostró feliz con el recibimiento y señaló que “la gente quería ver esto; a veces no confía en nosotros, muchos aficionados son resentidos, pero cuando sacamos buenos resultados están con nosotros; ojalá lo disfruten porque esto no se da todos los días”, dijo.

La fiesta continuó en el parque con música ranchera y grupera, mientras, desde el restaurante, los jugadores uno a uno se fueron despidiendo, cerca de las 11:20 p.m. eran pocos los que se habían quedado en el local y festejando con el público.

Los aficionados partieron a sus hogares muy felices, con la hazaña de haber logrado la corona del Apertura 2008, y con la mente puesta en conseguir su tercer título en el próximo Clausura 2009.

Un premio a la entrega

Un premio a la entrega

Lunes 22 de Diciembre, 2008

SAN SALVADOR. Euforia total para “el Bochinche” y compañía. El plantel calero calificó de “bendición” ganar su segunda corona.

Por más que quisieron dar una respuesta diplomática por alcanzar su segundo título en la primera división, el plantel jaguar no pudo esconder su sentimiento y gritó, saltó, lloró y sonrió al final de un encuentro memorable y son, por hoy, los reyes del fútbol salvadoreño.

Las palabras no salían con fluidez de la boca del entrenador calero, Edwin “el Bochinche” Portillo, arquitecto de esta obra, ya que su emoción le impedía brindar sus declaraciones por correr lo más pronto posible para  abrazarse con sus jugadores y festejar ese segundo título que parecía alejarse hasta casi no verlo en el horizonte. “La tanda de penaltis es algo difícil, pero siempre confié en mis muchachos”, reconoció Portillo.

“No tengo palabras para describir lo que siento. Es una tremenda emoción por lo que sufrimos en esta final; con nueve hombres hicimos la hombrada y ahora hay que celebrar, discúlpenme por no decir más,  simplemente no puedo”, dijo.

Mientras, los abrazos, flashes de cámara y  miradas estaban atentos a lo que hacía el cancerbero del Metapán, Dagoberto Portillo, de notable actuación. “Esta obra fue hecha por Dios”, gritaba el meta calero.

“Ha sido una semana fenomenal para mí. El sábado anterior eliminamos al FAS en semifinales, luego celebré la boda con mi esposa (el viernes) y ahora esto. Dios está hablando con nosotros”, agregó Portillo.

“Nunca dudé en cobrar los penaltis y, como digo, esto es hazaña de todo el grupo, pero la figura fue Dios, quien nos dio la oportunidad de ser campeones”, añadió el guardameta.

VOLVIÓ A LA VIDA
Por otra parte, uno que vivió en el infierno y la gloria en cuestión de minutos fue el uruguayo Paolo Suárez,  luego de fallar un  penalti. “Sentí que me tragaba el mundo entero. Me sentí culpable porque todo se me desmoronaba, pero gracias a Dios, Dago Portillo tuvo la hombría para atajar dos penaltis y ahora estoy celebrando. Fue un partido de locos y gracias a Dios que ahora estamos celebrando”, fueron las palabras del charrúa.

Por su parte, Érick Prado comentó que esta final también le deja algo memorable, “porque no recuerdo cuándo fue la última vez que jugué como delantero (ríe). Nuestra virtud fue que nunca nos achicamos ni nos creímos derrotados con el tercer gol de ellos y los dos expulsados. Recuerdo que el profe nos dijo que había que morir en la cancha y estoy seguro que todos lo hicimos, y ahora volvimos a la vida tras una hazaña”, destacó.

Una final que tuvo un desenlace dulce para el jaguar, un premio para el que arriesgó todo en el terreno de juego.